Coloquio “El cuadro como encargo a trabajo voluntario”
Coloquio en el Museo de la Universidad de Navarra
|
¿Hasta qué punto el autor o
artista, cuando recibe un encargo, deja de ser él mismo?
¿Cómo influye la sociedad actual de la imagen en la pintura y la escultura de hoy? ¿Es necesario conocer a la persona de la que se va a hacer un retrato para ser fiel a la verdad, a su alma? ¿Un artista tiene muy en consideración a la audiencia? A estas preguntas respondieron los artistas Antonio López García y Juan José Aquerreta en un coloquio que tuvo lugar el miércoles 11 de marzo en el Museo Universidad de Navarra.
¿Cómo influye la sociedad actual de la imagen en la pintura y la escultura de hoy? ¿Es necesario conocer a la persona de la que se va a hacer un retrato para ser fiel a la verdad, a su alma? ¿Un artista tiene muy en consideración a la audiencia? A estas preguntas respondieron los artistas Antonio López García y Juan José Aquerreta en un coloquio que tuvo lugar el miércoles 11 de marzo en el Museo Universidad de Navarra.
López García, pintor hiperealista
autor del retrato de la familia real y ganador del premio Príncipe de Asturias
en 1985, resaltó el carácter abierto del arte que, según el maestro, debe
conseguir expresar lo que la sociedad está deseando sin saberlo y hacerlo de
modo que ésta lo pueda leer. “Es importante que la gente pueda conectar con lo
que ve, porque al fin y al cabo a los
artistas también nos interesa vender, ahí se cierra el círculo maravilloso
del arte, debemos conseguir que la gente necesite al artista”, destacaba
Antonio López.
El pintor Antonio López García |
Acerca del encargo de obras, ambos
artistas coincidieron en resaltar que en ningún caso se trata de un tipo de
limitación o traba a su verdadero impulso, sino más bien todo lo
contrario. En palabras de Antonio López:
“Siempre he preferido pintar para alguien que hacerlo porque sí. Sin
embargo, ahora el encargo está desapareciendo. Yo no habré recibido más de
cinco o seis en toda mi vida, y les debo mucho”. El escultor explicó que en el encargo se
hicieron los grandes nombres de la Historia del Arte, para los artistas era una
forma de realizarse y hacer su trabajo. “Con la llegada del impresionismo y con
el nacimiento del arte contemporáneo aparece la total libertad en los temas, y en eso radica el arte moderno, en llegar al
fondo de uno mismo con la libertad absoluta en la temática y en la forma”,
afirmaba el pintor español.
Retrato Inocencio X por Velázquez |
Siguiendo la línea del arte de
hoy en día Juan José Aquerreta, pintor y escultor español ganador del Premio de las Artes Plásticas en 2001, comentó que actualmente el artista se encuentra arrinconado por la
saturación de las imágenes, y que a la vez eso influye en que el
arte de hoy sea individualista, puesto que la demanda social es negativa.
“Nos encontramos ante una crisis existencial, de la propia persona, por eso los
artistas también trabajamos en solitario”, afirmó Aquerreta. Por otra parte,
López García expresó que “nosotros estamos dónde hemos querido estar, en la
época del arte contemporáneo”. Este
pintor es especialmente famoso por el retrato de la familia real, que
tardó veinte años en tener terminado (de 1994 a 2014). Como conocido retratista, sabe que el
rostro es una de las imágenes más difíciles de representar, porque en él se
esconde el alma del ser humano. No obstante, explicó que los retratos de gente importante
no son mejores que los de las personas íntimas. “Al final, - comentó- un
retrato es como todo en el arte, se trata de pintar el interior a través del exterior.
Hoy en día un retrato es, como antes, un gran logro, pero tampoco es necesario
conocer en profundidad a la persona. Velázquez
no conocía tanto al Papa”.
Retrato de la familia de Juan Carlos I |
Aquerreta, a su vez, expuso que ahora el retrato
ha perdido interés porque la persona no es importante en la sociedad, sólo vale
el individuo. Prosiguió diciendo que especialmente en la sociedad moderna, lo
que tienen valor son las relaciones de poder, si eres guapo o si tienes dinero.
“Todo eso va más allá de lo visual y de lo que se puede expresar”, declaró el pintor.
En el cierre del coloquio, ante
la pregunta de cuál es el final del trabajo sobre una obra, Aquerreta
manifestó: “Un cuadro está terminado cuando se te acaban las fuerzas”.
Ambos artistas son, al fin y al cabo, un ejemplo de minuciosidad y unos maestros de los "arrepentimientos", de modo que el proceso creativo es lento pero termina en una obra brillante. Hay que ser generosos con aquellos que pintan nuestro mundo, ya sea por encargo o como un trabajo voluntario, porque de este modo surge lo mejor de ellos y también de los que observamos, con admiración, desde la distancia.
Ambos artistas son, al fin y al cabo, un ejemplo de minuciosidad y unos maestros de los "arrepentimientos", de modo que el proceso creativo es lento pero termina en una obra brillante. Hay que ser generosos con aquellos que pintan nuestro mundo, ya sea por encargo o como un trabajo voluntario, porque de este modo surge lo mejor de ellos y también de los que observamos, con admiración, desde la distancia.
0 comentarios :
Publicar un comentario